Hoy exige fortaleza el sólo sugerir que no habrá mejoría sin un cambio en el hacer cotidiano de cada uno de nosotros. El sistema económico del mundo moderno es increíblemente despilfarrador. Devora al mundo y deja a la mayoría de la gente en miserables condiciones. El género humano jamás había conocido un sistema económico en el cual la relación entre los recursos naturales invertidos y la satisfacción humana obtenida fuese tan desfavorable como lo es en la actualidad.
El estilo de vida del mundo moderno, el reemplazar la idea de un crecimiento económico rápido, significa que el medio ambiente no será salvado ignorando sistemáticamente la lógica de la producción y la productividad a la lógica superior de las verdaderas necesidades y aspiraciones humanas. Redescubrir la apropiada medida de las cosas, más allá de lo puramente material, aprender a aplicar los principios de la no-violencia, no sólo a las relaciones entre la gente, sino también a aquellas entre los seres humanos y la Naturaleza viviente.
La Justicia no sólo ordena al hombre en sí mismo, sino también la vida entre los seres humanos y su acción sobre el planeta. La crisis del medio ambiente es el espejo que nos muestra qué clase de gente somos.
Existe un conflicto fundamental entre el mantenimiento de un entorno saludable por un lado y el crecimiento económico por el otro.
El tipo de desarrollo que se ha establecido en el mundo entero, principalmente bajo la influencia de las empresas capitalistas, ha probado ser tan perjudicial al entorno natural que un mayor desarrollo en tales términos es totalmente incompatible con la supervivencia humana.
También es cierto que cada sistema social, produce el entorno natural que se merece. Si el sistema social no se adecúa a la realidad, el medio ambiente responde enfermándose. No es de sorprender que mucha gente reclame un sistema social diferente.
No habrá mejoría sin VOLVER A LAS FUENTES, la importancia de lo humano, del apoyo mutuo, solamente un NOSOTROS puede lograr cosas imposibles…